Cuando era un niño, las pocas veces que mi padre estaba en casa para iluminarme sobre dudas existenciales, me decía: «¿quieres la explicación larga o la corta?». Yo siempre escogía la larga; aunque fuera más coñazo, me aseguraba un rato extra con él. Para averiguar cómo escribir un libro de relatos hay dos caminos: el largo y el corto, la película normal o la versión extendida con escenas extras y comentarios del director. ¿Cuál prefieres leer tú?

Versión fácil de cómo escribir un libro de relatos
Para escribir un libro de relatos, que es nada más –y nada menos– que un conjunto de historias breves también llamados cuentos, hay que crearlas primero. Una detrás de otro. Sentarte frente a la pantalla o la libreta y dar vida a las tramas y a los personajes. Por cierto, ese proceso lo atravesé yo hace unos meses con mi tercer libro de relatos, que saldrá en breve.
Cuando hayas escrito un número cercano a la decena –depende de la longitud–, te detienes. Dejas pasar las semanas o, al menos, el tiempo que consideres para verlos desde la distancia. Los corriges. Te tomas una copa de vino, una cerveza, un vaso de leche o una infusión para celebrarlo. Gritas por la ventana «¡he escrito un libro de relatos!» y cierras rápido antes de que algún vecino se quede con tu cara y te denuncie por alterar el orden público. O, peor aún: que se ría de ti por escribir un libro de relatos en lugar de una novela de fantasía, de ciencia ficción o una romántica, que es lo que el público demanda más y en donde se deja los euros.
Versión difícil de cómo escribir un libro de relatos
Tu yo alternativo, ese que decidió tirar por el camino sencillo, estará tomándose unas patatas bravas y jactándose de lo fácil que le ha resultado escribir un libro de relatos. Olé por él. Tú has decidido seguir el camino largo, mi joven padawan, y esforzarte deberás. He aquí diez aspectos a tener en cuenta. Podrían haber sido doce. O quince. Pero he quedado para tomarme unas cañas con mi yo alternativo y el muy sinvergüenza escribió el artículo por el método sencillo.
1. Lee libros de relatos
Te servirán de inspiración, de refugio cuando te encuentres perdido, de ejemplo a estudiar.
Lee sobre todo a los grandes autores: Raymond Carver, Quim Monzó, Kafka, Augusto Monterroso, Poe, Truman Capote…
Apréndete sus juegos literarios de memoria. Estudia sus frases, cómo presentan a los personajes, la forma en que la narración te lleva por donde quiere. Observa los finales y los principios, parte esencial en un relato corto. Y disfruta de su lectura. No sólo de aprender vive un escritor. También debes disfrutar con un relato y alimentar las ganas de escribir una historia igual de buena. Si quieres conocer a grandes autores, escribí un artículo hace tiempo.
2. Escribe, al menos, veinte relatos
Esta es la mejor parte: escribir. Porque eso es lo que te gusta, ¿verdad? Hay que tener muchas ganas de imaginarse historias y personajes. También podría suceder que se trate de una promesa hecha a alguien en su lecho de muerte:
–Yo plasmaré tu vida en una colección de relatos, abuelo.
–Pero si no tienes ni repajolera idea de escribir, Carlitossssaaagggg.
–Pobre. Descanse en paz. No te preocupes, contaré tus hazañas. No te olvidarán tan fácilmente.
¿Por qué veinte? ¿No son muchos? En absoluto. Y si puedes escribir cincuenta, mejor. Mi primer libro, D.I.O.S., fue una selección de cuarenta relatos que había creado durante años.
Escribe cuanto puedas. No todos te servirán para publicarlos. Busca la inspiración en sueños, en noticias de la prensa, en anécdotas que te cuenten, en pasajes de tu infancia, en películas, en otros libros, en abducciones extraterrestres (no muy frecuentes).
Si necesitas consejos sobre cómo escribir un relato corto, aquí tienes diez.

3. Escoge diez o doce relatos
Una vez que has creado un número importante de relatos, escoge diez o doce –dependiendo de la longitud–. Entre 120 y 200 páginas es un buen arco en el que moverse. Elige los que más te gusten, haz la suma y, si encaja en el intervalo, ya lo tienes. Bueno, antes debería pasar por los lectores cero, pero eso te lo cuento en el artículo de la próxima semana, «Cómo publicar un libro de relatos». Ellos pueden darte pistas.
¿Para qué sirve esta elección? Para lograr la mejor recopilación posible, como te podrás imaginar. Deja pasar tiempo antes de escogerlos. Te sorprenderá la decisión una vez que las semanas hayan caído en el calendario de la cocina. El que al principio te parecía redondo, ahora tiene aristas por todas partes. Y el que flojeaba, quizás sea al que más partido se le pueda sacar.
4. Corrige, corrige y vuelve a corregir
Quizás deberías leerte antes este artículo, «Errores al escribir relatos cortos».
¿Piensas que ya están corregidos los relatos, que para qué vas a seguir dándoles vueltas? Corrígelos otra vez.
¿Ya los has corregido de nuevo? Pues una más.
¿Están rozando la perfección? La penúltima corrección.
¿Podrían ganar el Premio Planeta y tú el Nobel de una tacada? Es el momento de leerlos en voz alta y darte cuenta de los últimos errores, esos que te diferenciarán del 99 % de los libros que hay en Amazon.
La semana que viene te cuento cómo publicarlos.
5. Piensa en un hilo conductor
Nada que ver con un ovillo de hilo a los mandos de un coche. Eso sólo pasa en los cuentos surrealistas, en los dibujos animados o en los chistes malos.
El hilo conductor es lo que tienen en común todos los relatos. Es un paso que podrías haber dado antes de escribirlos, pero a mí me gusta devanarme los sesos y prefiero encontrarlo a toro pasado. En «Cróhnicas con h» lo decidí al final y quedé muy satisfecho con el resultado. Escribí cuatro relatos breves en forma de introducciones y la estructura en cuatro partes cobró sentido.
¿Cuál puede ser el hilo conductor?
- Un personaje recurrente, que aparezca en todos los relatos. No tiene por qué ser humano. ¿Un perro? ¿El espíritu de alguien?
- Un escenario común. El mejor ejemplo es «Crónicas marcianas», de Ray Bradbury.
- Un tema presente en cada una de las historias: el amor, el desamor, el sacrificio…
- El mismo narrador. Imagínate ese niño de antes contando la vida del abuelo en varios relatos desde su punto de vista.
- Un tono uniforme. Cada relato está escrito usando el humor como elemento común, por ejemplo.
Hay más elementos de unión. ¿Se te ocurre alguno?

6. Escribe un prólogo en el que cuentes el hilo conductor y alguna otra cosa
Lo ideal es que el prólogo te lo escriba una persona más o menos conocida y relacionada con la literatura. En mi caso, conseguí que «Cróhnicas con h» lo prologase Antonio Fraguas Forges. Y para mi nuevo libro de relatos estoy en negociaciones con Paul Auster, Quim Monzó y el espíritu de Miguel Delibes. Veremos en qué queda la cosa.
Todo libro de relatos incluye una introducción del propio autor, uno en el que cuentes el proceso de escritura, alguna anécdota o reflexión acerca de lo que te dé la gana y por qué elegiste esos relatos y no otros.
Es el momento de explicar el hilo conductor que une las historias. Y de dedicárselo a alguien a quien aprecies mucho. O a quien odies; a tu némesis. Déjale un mensaje que perdure para siempre en tus páginas.
7. Asegúrate de que es el mejor libro de relatos posible
¿De verdad que lo has dado todo? Hay una teoría que dice que mejor mal terminado que no terminado. Yo no estoy de acuerdo. El mundo ya tiene demasiados libros infumables. Si no estás seguro de haber dado lo mejor de ti, corrígelo otra vez (sí, otra vez). Y descarta relatos y escribe nuevos. Es la última oportunidad que tendrás.
8. Emociónate. Tienes derecho
Es normal que se te escapen las lágrimas. Igual que el día que nació tu hijo. Esto es una nueva criatura que, en cierto sentido, te ha costado más sufrimiento, sudor y lágrimas. Concédete un momento para darte palmaditas en la espalda, besos en la mejilla y gritos de enhorabuena.
9. Celébralo
Y celébralo con tus seres queridos. Es el momento de sacar esa botella de champán que guardas para las grandes ocasiones. Llama a la gente que de verdad te importa e invítales. No les digas el motivo, que sea una sorpresa. Echa el cierre a las puertas y, cuando los tengas sentados alrededor de la mesa, les plantas un ejemplar sacado por la impresora de casa y se lo lees de principio a fin. Que se aguanten, que para eso son familia o amigos íntimos. Si te quieren de verdad, aplaudirán como en un concierto de Queen.
10. Vuelve a empezar. El catálogo de un escritor
¿Todo ha terminado? ¡Un ja muy grande! Si quieres labrarte una carrera como escritor, debes crear un catálogo de títulos. Conseguirás que, si les ha gustado a los lectores tu libro, busquen el resto.
Así que, coge un bolígrafo, un libro de notas y a crear otros 50 relatos. Pero antes, a publicar este. La semana que viene te cuento cómo.
Este proceso que te he contado es el que he seguido yo para escribir mi nuevo libro de relatos –incluido lo del champán–. Es un trabajo duro, pero que al final da sus frutos.
Muy buena guía, David. Di acaso, echo en falta a un grande contemporáneo: Keret.
Un abrazote.
Gracias, Izaskun. No conocía a Keret. Lo pongo ahora mismo en la parte alta de mi lista de libros pendientes.
Hola,
Enhorabuena por el blog. Ya soy fan (me acabo de suscribir). Si quieres echar un vistazo al mío eres bienvenido.
Un saludo!
Bienvenido, Daniel. Echaré un vistazo a tu blog, claro. Seguro que encontraré algún tesoro.
Muy buena guía y preciosa infografía. Directa a Pinterest XD
Gracias, MJ. Por allí no existo, pero seguro que la cuidas bien 🙂
De todos los consejos, sabios y muy buenos, me quedo con el de la copa de vino XDD
¡Muy buen artículo!
Abrazo
Gracias, David. Y sí, una copa de vino de vez en cuando es un gran estimulante de la creatividad.
Hola, David. Primero que todo agradecerte esta entrada tan cuidada y tu hermoso apellido. Segundo, quiero preguntarte sobre el margen del hilo conductor. Por ejemplo, valdría un relato que los una? Se me ocurren cosas como robots cuenta cuentos. O por ejemplo algo tan tramposo como titular el libro como: historias de nuestra galaxia, englobando cualquier relato. Te lo pregunto porque tengo el defecto de ser casi incapaz de centrarme en un género… y entonces englobar mis relatos supone escribirlos todos juntos con una misma intención (provocando que sean casi una novelette en capítulos) o pensar burradas suficientemente generalistas para hilar los relatos. Me sugerirías algún juego o sistema de hilamiento más?
¡Mil gracias!
Buenas. Te llamaré Omduart. Has dado con una de las piedras en el camino de las colecciones de relatos. Yo me volví loco buscando un nexo de unión en mis tres libros. Lo ideal es elegir un tema y escribir todos los relatos sobre él. O una excusa, como que estén ambientados en Marte (Crónicas marcianas, de Ray Bradbury). A posteriori es una tarea titánica, sobre todo si eres de los míos y cambias de género como de ropa interior. Me has dado una idea para escribir un artículo 🙂
Muchas gracias, siempre aprendo de ti. Ando motivada, así que a escribir 😉
Genial, mujer anónima. ¡A por ello!
Me ha venido este artículo como anillo al dedo (por no decir un improperio). Un chute de energía para este propósito de publicar en papel lo que ya anda escrito y va por ahí dando vueltas en los confines de los magazines mal pagados. ¡Gracias! Me pongo al lío monte pío…
Hola, Mar. Me alegro de que te haya servido y casi te cases con el artículo 😛
Hola David, me gustó mucho tu clase sobre este tema yo estoy interesada en escribir la historia de mi familia y no solo la del (abuelo) es una familia llena de superaciones que llevo en mi memoria y quiero escribirlas antes que la edad borre de mis neuronas no soy escritora mi duda es en forma de relatos o otra forma son muchos los personajes ya que data desde mis bisabuelos .