9 trucos para ignorar las distracciones al escribir relatos cortos

¿Cuántas veces te has encontrado mirando hacia otro lado cuando estabas escribiendo relatos cortos? ¿O pensando en las musarañas? ¿O tonteando con el botón de tu camisa? Yo he de confesar que miles. Casi una por cada relato que he tratado de escribir. De hecho, este artículo lo estoy sacando adelante con varias interrupciones porque no he aplicado los consejos que hay en él. Mal. Lo sé. Pero alguien tenía que aumentar las estadísticas del refrán “en casa del herrero, cuchillo de palo”.

Escribir relatos cortos, novelas, microcuentos, artículos para un blog… Todo requiere de la máxima concentración. Y bastantes distracciones existen dentro de nuestra propia cabeza como para añadirle elementos externos. He aquí algunos trucos en base a mi propia experiencia para desterrar las distracciones a una isla desierta. Espero que a ti también te sirvan.

1. Desconectar internet para huir de las redes sociales

¿Pero cómo voy a desconectar internet? ¿Tú estás loco? Internet es más necesario que respirar.

(Esta capacidad que tengo de meterme en cabezas ajenas es magnífica. La llamo empatía).

A ver. No te pido que tires el router a la basura. Ni que arranques el cable de la pared. Simplemente que pulses el botón on/off. Un ratito. Seguro que puedes. Está en la parte trasera. Junto a varias lucecitas que indican los aparatos conectados a la wifi.

Las redes sociales son un canto de sirena muy poderoso. Y si no tienen su momento asignado en el día, estás perdido.

Si escribes en el móvil, ponlo en modo avión. #ALERTADECHISTEMALO No lo tires por la ventana porque no vuela. #PUEDESSEGUIRLEYENDO

¿Ya lo has desconectado? Pues a por el siguiente.

2. Esconder el móvil

Vamos a ver, con el router te pasaste dos pueblos, pero esconder el móvil, la prolongación de mi brazo… ¡TURURÚ!

¿Tú quieres dedicarte en serio a escribir relatos cortos? Deshazte de él. Que no esté en la misma mesa que tú. Ni en el bolsillo, claro. Pon una distancia prudencial entre él y tú.

Existe una opción menos traumática, que sería apagarlo. Si tienes un fuerte autocontrol, prueba con ella. Pero no sería la primera vez que mi mano derecha teclea mientras la izquierda le da al botón de encendido del móvil distraídamente como si fuera el miembro de otra persona.

relatos cortos
Escribir en medio de un bosque sin cobertura wifi es una gran idea para evitar distracciones. Y para cazar ardillas.

3. Apagar la música (o no)

¿La música? Pero si me da la vida. Me retrotrae a momentos del pasado y eso alimenta mi alma, que a la vez inspira mis relatos…

Primero: la inspiración no existe. Segundo: ¿de verdad que la música no se mete en tu cabeza y te obliga a cantar esa estrofa o a tararear ese movimiento si es música clásica? ¿Seguro? De acuerdo. En ese caso, adelante. Pero si eres de los míos, de los que se obsesiona con un estribillo o con una melodía, ni se te ocurra abrir Spotify. Tus relatos cortos danzarán al angustioso ritmo del vacío de la página en blanco.

4. Buscar tu sitio para escribir relatos cortos

¿Pero es que no vale cualquier sitio? Si a mí me da lo mismo una mesa que otra.

En esto ya he insistido en otras ocasiones. Y no, no da lo mismo un sitio que otro. Cuando des con él, tu escritura fluirá como un río entre las montañas, pero sin peces.

5. Dar con el mejor horario

Es que…

Shhhhh. Déjame que termine la idea.

Y cuando encuentres el horario que mejor se ajusta a tu rutina diaria, ¡tachán!, pescarás las truchas más deliciosas.

¿Truchas?

Perdona, mis metáforas hoy flojean: pescarás palabras, verbos que describan, frases iniciales perfectas, finales impactantes…

Aaaahhh.

6. Tener el estómago lleno (pero no demasiado)

Cuidado con lo que dices acerca de la comida. Es mi pequeño reducto personal y con él no se mete nadie…

Un cordero antes de sentarte a escribir relatos cortos: mal. Un poco de pasta o un filete a la plancha: mejor. La diferencia entre disponer de la energía necesaria y sumirte en una modorra incontrolable es muy sutil. ¡Eh, despierta! Confiesa: ¿qué has comido hoy?

relatos cortos
Descansar bien es posible si se coloca correctamente el edredón. Esta mujer sufre las consecuencias de un desastroso ejercicio a la hora de hacer la cama.

7. Estar descansado

¿También te vas a meter con el tiempo que paso en horizontal? Estoy a puntito de dejar de leer el artículo.

Si escribes de noche, una ducha fría te puede ayudar. O una siesta por la tarde, aunque sea breve. O unas pinzas para que te sujeten los ojos. A veces, lo que mejor funciona es meterte en la historia e ir tirando del hilo con tanta fuerza que no puedas parar.

Si escribes los relatos cortos a primerísima hora (yo lo hago a los 6:00), trata de dormir siete u ocho horas. Una buena ducha, o arrojarte un vaso de agua, se me antoja fundamental. Y un café cargado (inyectado en vena, mejor).

8. Contar con una idea clara de lo que vas a escribir

Anda que no pides. Yo soy más de moverme por impulsos. No planifico ni lo que voy a comprar en el supermercado.

Organiza el trabajo antes de escribir. Dedícale diez minutos al proceso. Dale vueltas a la historia, plantéate un par de conflictos, alguna trama secundaria (si es una novela) y entonces sí. En ese momento ya puedes teclear o mover el bolígrafo al ritmo de las ideas, que fluirán mucho mejor.

Un buen truco es terminar la jornada de escritura en plan coitus interruptus. Que te quedes con ganas de escribir y sepas cómo hacerlo para continuar justo desde ahí al día siguiente.

9. Usar Apps que controlen el tiempo

¿Otro truco más? Te estás poniendo muy pesadito hoy.

La técnica Pomodoro se usa para gestionar mejor el tiempo. Consiste en dividir el trabajo en intervalos de 25 minutos con pausas entre medias. En teoría, esos parones incrementan la creatividad.

Existen aplicaciones que gestionan el proceso. Tanto si usas iPhone como Android, busca Pomodoro y escoge cualquiera de ellas.

Espero que con estas sencillas técnicas las distracciones se vayan a paseo. Y ahora perdonadme, que estoy entablando amistad con una mosca.

3 comentarios en «9 trucos para ignorar las distracciones al escribir relatos cortos»

  1. Muy buen artículo David.

    Para el tema del móvil también hay aplicaciones para desconectarlo. Lo que yo he hecho es quitar casi todas las alertas y dejar solo las imprescindibles.
    Respecto a los Pomodoros quiero recomendarte Tide para IOS. Puedes poner hasta música (eso no, que ya has dicho que no se puede… jejeje)

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