Publicar un libro de relatos para vender más

Llevas varios años escribiendo. O seis meses, pero tienes un talento innato. Tu entorno cercano te anima a que hagas algo con él. Con una constancia digna del agua sobre las estalactitas has conseguido juntar una docena de relatos que forman algo parecido a un libro (si no sabes cómo llegar a ese punto, te lo cuento en el artículo ‘Cómo escribir un libro de relatos’). Entonces te haces la pregunta del millón: ¿ha llegado el momento de publicar un libro de relatos?

Rotundamente no. Salvo que quieras parecerte al 99% de los que suben sus libros a Amazon sin ser conscientes de la urticaria que provoca ver la foto de portada; leerse la sinopsis implica fiebres altas; asomarse al primer capítulo, posible infarto cerebral.

¡Quiero publicar un libro!

Para publicar un libro de relatos (o de otro estilo) hay que tener en cuenta una serie de pasos que ayudan a evitar caer en el montón de estiércol de ese vertedero que también es Amazon. No cuesta tanto aplicar un poco de perfume o, mejor aún, darle una buena ducha a esas páginas para dejarlas impolutas.

publicar un libro

1. Aplicar la corrección casi definitiva

Vamos a dar por sentado que te has leído mi artículo ‘Borrar para escribir los mejores relatos cortos’. Y que después de escribir los relatos, los has corregido a conciencia.

Pues corrígelos otra vez.

Léelos en voz alta para escuchar la sonoridad y evitar las cacofonías o rimas desagradables.

Si quieres que los relatos queden muy bien, te recomiendo que leas ‘70 trucos para sacarle brillo a tu novela: Corrección básica para escritores’. Aprenderás mucho sobre el proceso de escribir y el de corregir y bastante sobre los mecanismos del humor. Y encima acaban de sacar una edición en papel.

publicar un libro
El único placer que se puede comparar al de dormir sin hora para levantarse es el de leer.

2. Los misteriosos lectores cero

Ha llegado el momento de recurrir a los lectores cero, esos seres como tú y como yo que respiran oxígeno y necesitan el sol para vivir. También ven Netflix y comen patatas fritas que engordan o pescado a la plancha que mantiene la línea.

Un lector cero es un león, o sea, una persona que lee mucho (perdón). Y muy generosa. Tanto, que se ha ofrecido a leer tu manuscrito gratis. Aunque también existen los lectores cero profesionales que se lo curran más aún. Ana Bustello y Yolanda Barambio, por ejemplo. Si quieres una lectura cero de primera categoría, contacta con ellas.

La tarea de los lectores cero es fundamental para el éxito de tu libro de relatos. Ellos te darán sus impresiones objetivas. No sólo las erratas que pillen sino, más importante aún, las incongruencias en la trama, si los personajes son planos, errores ortográficos de pena de cárcel, argumentos que no se sostienen, títulos de relatos que parecen sacados de una noticia del Marca…

Para publicar un libro de relatos hay que pasar por este proceso. Y cuantos más lectores cero te aporten, mejor.

¿Cómo los consigues?, te preguntas anhelante. Gabriella Campbell escribió un artículo muy interesante, ‘Cómo conseguir (y sacar partido) a tus lectores cero”. Desde mi experiencia, tira de amigos que lean a diario. Leones (je, je, je. ¡No, con la silla en la cabeza no, que estoy estudiando!). O escritores que hayas conocido a través de las redes sociales. Los grupos de Facebook para eso son geniales. Aquí tienes un artículo de MJ (‘8 grupos de Facebook para escritores que no te querrás perder’) que te ayudará a elegir cuál es el grupo que se adecua mejor a tu estilo.

Muy importante es que marques una fecha de entrega de las correcciones de los lectores cero. Si no, te puedes encontrar con que el libro salga en junio de 2035. Y estaría bien que preparases unas preguntas básicas para que las respondan. ¿Te parecen bien los títulos? ¿Los personajes tienen carisma? ¿Se ve una evolución en ellos? ¿Regalarías el libro a alguien? Y cualquier otra que se te ocurra que ayuda a mejorar el libro.

Una vez que tengas las impresiones, aplícalas a tus relatos si te parecen razonables (si el que te las ha hecho acumula más experiencia que tú, hazle caso con los ojos cerrados). Puede darse el caso de que tengas que descartar un relato. O reescribirlo por completo. Ármate de paciencia y a por ello.

3. Corrección de estilo y ortotipográfica para publicar un libro

¿Pensabas que con esto ya estaba el libro? ¡Un JA muy grande! Ahora viene la corrección de estilo y ortotipográfica si quieres publicar un libro de relatos en condiciones. Y aquí vas a empezar a pagar: con sudor. El de tu frente, porque tendrás que pasar por caja. No sirve ese cuñado que asegura saber de todo. Ni tú mismo. Ha de hacerlo un profesional.

Por mucho que te hayan dicho que tu estilo se parece a una mezcla entre Miguel Delibes y Paul Auster, siempre se puede pulir. A mí me está pasando con mi nuevo libro de relatos que verá la luz en breve. Me dijeron que era un popurrí entre un prospecto médico y las instrucciones de una lavadora. Después de la corrección ya parezco un cruce entre Corín Tellado y un mensaje de WhatsApp escrito en condiciones etílicas.

Hay correctores muy buenos. Y de precios razonables.

Una vez que tengas el informe, aplicas las correcciones con mimo, aprendes de ellas para el futuro y pasas al punto cuatro.

4. Maquetación del libro

Pero bueno, ¿también hay que maquetar el libro? Y diseñarlo. Eso no lo he puesto en el titular para no asustarte. No puedes subir el libro a Amazon de cualquier forma. Hay que mimarlo como se merece. Virginia Pérez de la Puente te lo cuenta mejor en su artículo ‘Que no es lo mismo autopublicar que autoeditar’.

La versión en formato electrónico hay determinados programas que te permiten crearla desde un archivo de texto. Estoy pensando en Scrivener sobre todo. Aunque conviene que la realice un profesional (sí, aquí empleo otra vez la palabra profesional, pero es que es fundamental para autoeditarse). ¿Quieres ahorrarte dinero? Créala tú mismo. Con un par de cursos de YouTube quizás llegues a conseguir algo decente. Aunque no te lo aconsejo.

En la versión del libro en papel sí que debes contar con un diseñador gráfico que la saque adelante. Los lectores que compran un libro en papel son exigentes y no les vale cualquier truño que un escritor emprendedor montó una tarde con el PowerPoint o el Excel.

Una maquetación tiene sus normas: hay que respetar espacios al inicio de los capítulos, sangrar los párrafos iniciales, respetar la cuadrícula, elegir tipografías legibles, vigilar las viudas, cuidar los blancos del lomo… En mi artículo Maquetar un libro profesionalmente, te cuento más del proceso.

Uno de mis objetivos es crear un curso en vídeo sobre cómo maquetar un libro de relatos porque…TACHAN, en los ratos libres que me deja mi flamante y arrolladora carrera de escritor (ejem), soy diseñador gráfico. Un poco como Superman y Clark Kent, pero con la lombarda como kriptonita.

Si necesitas ayuda profesional para maquetar un libro, puedes contar conmigo. No lo dejes a la inspiración del PowerPoint o del Word.

publicar un libro
Los tres ositos aprendieron a leer para estudiarse el cuento y que no volvieran a pillarles en un renuncio.

5. Diseño de la portada

Una vez que tienes tu libro maquetadito deberás vestirle, ponerle guapo para la ocasión. La portada es lo que va a empujar al 92,58 % de la gente (dato extraído de un estudio de la Universidad de la Vida) a cogerlo entre sus manos y a leerse la sinopsis o el primer párrafo.

Ya sé que existen mil aplicaciones para jugar con fotos y texto. Las stories de Instagram tienen la culpa. Pero diseñar una portada es algo más serio. No quieres un churro frente al que la gente pase de largo agachando la mirada. La portada de un libro ha de enamorar. ¿Recuerdas aquella vez que miraste a los ojos a alguien y surgió un flechazo? Pues tu portada ha de ser igual de cautivadora que esos ojos.

En D.I.O.S., mi primer libro de relatos, conté con la ayuda de un gran amigo y colega de profesión que creó una estupenda ilustración y me facilitó las cosas. La portada se diseñó sola. El trabajo de un profesional allanó el camino.

Yo invertiría los ahorros de mi hijo para ir a la universidad si hace falta. O sacrificaría las vacaciones en Punta Cana (sí, los escritores emprendedores nos damos esos lujos… en sueños). La portada. Eso es lo más importante.

Por cierto, ¿has decidido ya si usarás tus dos apellidos? ¿Uno solo? ¿Un seudónimo? Apresúrate porque van incluidos en ella.

6. Plan de lanzamiento en redes

Si vienes a través del buscador de Google has de saber que, para publicar un libro de relatos por ti mismo, necesitarás el apoyo de la gente para difundirlo y que se conozca (y comprarlo, que es el fin último). ¿Y cuál es la mejor fórmula para llegar a ese público? Tener un blog y moverlo en las redes sociales.

Un escritor emprendedor necesita crearse una marca personal. Entiendo que si estás leyendo esto es porque has llegado hasta el blog a través de un enlace en Twitter o Facebook y ya lo intuyes.

Si no tienes un blog, te aconsejo que abras uno en WordPress.

Y si quieres saber qué publicar en esta inmensa página en blanco que es un blog y cómo hacerlo, o qué es el SEO, las palabras clave y algunos otros conceptos que quizás te suenen a chino, pero que te ayudarán a crecer, en la plataforma MOLPE te abrirán los ojos y allanarán el terreno. A mí me cambió la vida el curso de Visibilidad online y justo ahora empieza una nueva edición.

Si ya tienes el blog y te mueves razonablemente bien en las redes (Facebook o Twitter o Instagram o las tres a la vez), planifica el lanzamiento:

  • Crea un hashtag, empieza a moverlo desde un par de meses antes y así crearás unas expectativas que deberá colmar tu libro.
  • Invéntate un concurso y regala un ejemplar como premio.
  • Sube dos o tres versiones de la portada y deja que la gente opine al respecto. Además de hacer ruido, te vendrá bien para conocer la opinión del público final.
  • Plantea juegos con tu libro. Esta idea, por ejemplo, funcionaría cuando está publicado: deja algunos ejemplares escondidos en diferentes sitios de la ciudad y propón a la gente que salga a buscarlos y se haga fotos con ellos y las suba a las redes.

Un ejemplo de éxito con los hashtags fue el de María del Mar González. Creó una iniciativa plausible con el hashtag #EstaNavidadRegalaAutoras y lo petó. Muchísima gente se subió al barco y le dio una repercusión bestial.

Sólo hay que darle al coco. A veces caes con los pies en el suelo.

En las redes sociales abunda el ingenio. Fijarse en lo que hacen los demás para promocionar sus obras puede despertar tu creatividad. Con esto no quiero decir que los plagies, sólo que te inspires en ellos.

publicar un libro
Este muñeco articulable acaba de publicar un libro y está comprobando el primer ejemplar.

7. Crea un booktrailer para publicar un libro

Un booktrailer es un vídeo de corta duración que promociona un libro. Lo puedes hacer en plan casero con un editor de vídeo (iMovie en Mac). Escribe un pequeño guion, invéntate una historia en un par de minutos que impacte. Mezcla fotos, texto, imágenes sugerentes, la portada del libro y termina anunciando la fecha de salida.

«Ey, que yo no soy director de cine». Bueno, pero eres un contador de historias. El formato da un poco lo mismo. Y la realización, hoy en día, está chupada. Por ejemplo, con la App PicPlayPost que realiza stories para Instagram. Seleccionas varias fotos, intercalas transiciones, añades un texto, un poco de música, color… De verdad que es muy fácil (y esta vez, barato). Sólo hace falta inventarte la historia, buscar las imágenes que la representen y a por ello.

Un booktrailer te ayudará a publicar un libro de relatos. Y luego, claro, lo mueves por las redes sociales. No nos interesa dejarlo olvidado en una carpeta del ordenador para que un sujeto del siglo XXV lo encuentre y se pregunte qué rayos era esa tecnología obsoleta (y dónde puede comprar el libro a esas alturas).

Facebook premia con más visibilidad los vídeos propios. Es un buen momento para aprovecharlo. En realidad, el vídeo funciona muy bien en todas las redes: Twitter e Instagram también dan prioridad a esos contenidos.

8. Subida a Amazon

Una vez que tienes tu libro corregido y bien maquetado, una portada que destaque (en mi época se decía que parta la pana), unas redes sociales en marcha y una estrategia de lanzamiento, ha llegado el momento de subirlo a Amazon. Digo Amazon porque es la principal plataforma, pero existen otras muchas. Celia Arias escribió un artículo muy completo sobre cómo publicar en Lektu.

Publicar un libro en Amazon es tan fácil (y tan difícil) como seguir los pasos que te va pidiendo la plataforma: título, descripción, archivo en formato .mobi (y en pdf si quieres subir la versión en papel), palabras clave, datos financieros, precio… Lo mejor es que te leas este artículo del escritor Blas Ruiz Grau que lo explica mejor.

9. Presentaciones del libro

Esto es opcional, pero no estaría mal que imprimieras un centenar de ejemplares (hoy en día con la impresión digital no salen demasiado caros), buscaras un lugar con encanto para presentarlo y citaras en él a toda la familia y a los amigos que sabes que se van a gastar los euros de las cervezas en tu libro. Encargas un cáterin, tiras de contactos para que te lo presente alguien más o menos conocido y a escribir dedicatorias.

Te aconsejo que, antes de poner el precio a cada libro, calcules muy bien lo que te ha costado por ejemplar, la parte proporcional del cáterin, el alquiler del local y un margen para tener beneficios.

Si en lugar de organizar una presentación tienes oportunidad de hacer dos, estupendo. En esta segunda muévelo mucho por las redes sociales (sí, otra vez), porque el número de amigos y familiares que todos tenemos dispuestos a comprar tu libro no tiende a infinito en ningún caso. Y las sillas hay que llenarlas como sea.

Yo presenté mis dos primeros libros y tuve un éxito abrumador. Y eso que soy (era) muy soso hablando en público. Con el tercero, la seguridad en mí mismo era mayor. Y las ventas aumentaron. ¿Quieres saber cómo me fue y qué reflexiones saqué de allí?

De verdad, la gente que se molesta en ir a conocerte en persona, a poco que la encandiles con una presentación ingeniosa, es difícil que no se larguen con un libro bajo el brazo.

publicar un libro
Cualquier historia puede salir de las páginas de un libro. Eso es lo maravilloso de escribir.

10. Momento de celebrar

¿Te has parado a reflexionar sobre lo que has conseguido? ¡Tienes un libro escrito con el sudor de tu teclado a disposición de todo el mundo! Celébralo con la gente que te ha apoyado en el proceso. O regálate una tarde para ti, una con tu yo interior, ese que nunca dudó de ti, y abrazaos muy fuerte. La ocasión lo merece.

Te cuento un secreto: no hace falta publicar tu libro con una gran editorial

Apenas quedan ya grandes editoriales. Eso para empezar. Y acceder a las que hay es cada vez más difícil porque somos muchos llamando a sus puertas. Yo estuve ahí, golpeando con los nudillos con mi primer libro de relatos, D.I.O.S. No era una editorial muy potente, pero tenía su mercado. Al final desistí porque la distribuidora me aseguró que, si se imprimía, dejarían las cajas con los ejemplares en sus almacenes.

Olvídate de cobrar el porcentaje acordado hasta mucho tiempo después en una editorial (Amazon paga mensualmente) y de elegir el precio de la versión digital (las editoriales marcan uno muy similar al del papel, con lo que hace inviable su venta).

Los ingresos que recibes por las ventas en una plataforma digital son sensiblemente mayores. Además, la promoción la vas a tener que hacer tú igual. Y es que, sin un apoyo total de la editorial, no apareces en las estanterías de la FNAC o de la Casa del Libro. Y no te engañes, esa infraestructura sólo está reservada para Pérez Reverte y compañía.

En una plataforma digital cobrarás cada mes en función de unas ventas que se reflejan en las estadísticas actualizadas al instante. Por el contrario, las editoriales clásicas mantienen toda esa información bajo una llave que ocultan en la boca de un pez al que se ha tragado un calamar gigante que vive en el fondo del mar.

Publicar un libro: una visión realista

Ya te he contado los pasos necesarios para publicar un buen libro. No parece demasiado difícil, ¿verdad? Solo constancia y paciencia para que llegue el momento y disfrutarlo como se merece.

Ahora te contaré algunos aspectos que un día me contó mi yo del futuro y que ahora me apetece compartir contigo.

No te harás millonario antes de los 40

Nada. Ni una posibilidad. En este país, la mayor parte de los escritores vive regular. Y el grupo de los que nos dedicamos a los relatos cortos, cuentos o microcuentos, rebuscamos en los contenedores de los novelistas que viven regular o de los que colaboran en periódicos nacionales.

Si aun así te conformas sólo con lograr unos ingresos razonables que te permitan calmar el hambre, pagar el alquiler de una pequeña habitación sin acceso al baño y comprar ropa en uno de cada cien períodos de rebajas, te espera un camino largo y duro.

Madrugarás más que los gallos

Dicho de otra forma: Dios te va a ayudar muchísimo. Y no me refiero a este D.I.O.S., sino al del refrán. Hace un tiempo te conté ocho trucos para escribir relatos cortos si no tenías tiempo. Te prometo que madrugar funciona. En el silencio de la mañana las historias fluyen mejor. Parecen hidratadas por el rocío o bendecidas por esos primeros rayos de sol que iluminan las ideas con una luz diferente.

Tendrás que leer muchos libros

Y con muchos me refiero a todos los que caigan en tus manos. Lee como si lo necesitases para respirar. En realidad, si es verano y pasas las hojas muy rápido, hacen de abanico y te ayudan a ello.

Lee a los grandes autores, a los que tienen que aportarte cosas, a los que pulirán tu estilo.

También puedes leer libros de recetas de cocina, guías de viajes, prospectos de medicinas, manuales de electrodomésticos, revistas de moda, contratos de compra venta… Adquirirás conocimientos que aportarán detalles a tus historias.

Saca libros de la biblioteca de la universidad, de la biblioteca del barrio, llévatelos a escondidas de casa de tus padres, pídeselos prestados a los amigos, pasa el día en la FNAC leyendo cómics por la cara…

Aquí te dejé una lista de 11 inicios de relatos que marcaron mi vocación literaria. Es un comienzo.

escribir relatos cortos
En el futuro los escritores serán mitad robot mitad persona, como en casi todas las disciplinas artísticas.

Deberás apuntarte a cursos de escritura para escribir mejores relatos cortos

Yo, por ejemplo, estuve dos años siguiendo un curso por correo de Fuentetaja y tres años asistiendo a la Escuela de Letras de Madrid, con profesores como Jesús Ferrero y Juan Carlos Suñén. Y en la actualidad aprendo técnicas en diferentes plataformas online. Un buen escritor debe adquirir conocimientos a diario. Es como vivir: nunca dejas de aprender pese a que crees saberlo todo. Y sí, se puede aprender a escribir como asegura la profesora de escritura creativa Diana P. Morales en este post.

Los amigos te considerarán el rarito del grupo

Asúmelo. Estarás al nivel de Pablito, el gafapasta al que no veías de septiembre a junio porque se encerraba en casa a estudiar. O al de Jorgito, que se hurgaba la nariz y enganchaba los mocos bajo el pupitre con la excusa de que otros pegaban los chicles.

Tu afición por escribir y ofrecer a los amigos tus relatos cortos en primicia, te envolverá en un halo de brujería. Pero no dejes de hacerlo y de preguntarles qué les han parecido. Y de vez en cuando amenaza con mutarles en rana, para que se anden con cuidado.

Vive muchas experiencias

Y hazlo ahora mismo. Deja el móvil o el ordenador y sal a la calle a hablar con la gente. Súbete al primer autobús que pase y viaja hasta la última parada. Bájate y abre un paquete de donuts en un supermercado. Y cómetelo antes de pagarlo. Allí mismo, delante del guardia de seguridad.

O súbete a la chepa de un funcionario de correos y grítale ¡al galope! mientras recoge las cartas del buzón.

Cualquier experiencia es enriquecedora. Nada de encerrarse en tu casa a escribir relatos cortos. Que sí, que te apetece mucho, lo sé, pero también hay que vivir para luego poder escribir. Aunque escribir sea otra forma de vivir.

escribir relatos cortos
En el futuro las historias de amor serán más… mecánicas.

Si escribes para ligar, olvídalo

Jajajajajajajajajajajajaja. No sé si ha quedado suficientemente claro. Lo repito: jajajajajajajajaja.

Un escritor es el personaje menos atractivo del mundo. Por eso escribimos, para inventarnos personajes que triunfen, que consigan los sueños que se proponen, que se lleven a la cama a la chica o al chico, que interpreten la vida que a nosotros nos gustaría. Así que, olvídate de ligar.

Salvo que Brad Pitt se dedicase a escribir. Ese binomio sí sería invencible.

Nunca pierdas el ánimo

Tendrás días en los que tus personajes parecerán muñecos de cartón, instantes en los que querrás arrojar tus historias por la ventana, relatos que no serán seleccionados por ningún jurado (y con razón). Te agobiará la sensación de que estás perdiendo el tiempo, de que deberías centrarte en tu familia y en tu trabajo y tirar por el desagüe tus sueños…

NO LO HAGAS. NI SIQUIERA LO PIENSES.

Sigue escribiendo. Y leyendo. Y disfrutando. Y escribiendo otra vez. Al final esos personajes acartonados cobrarán vida. Y una ráfaga de aire te devolverá tu narración a través de la ventana para que la corrijas una y mil veces. Y en una ocasión, uno de tus relatos cortos quedará tercero en un concurso modesto, pero será el comienzo de algo más grande. Y tu familia está deseando que escribas, seguro, porque cuando lo haces se te nota más feliz.

14 comentarios en «Publicar un libro de relatos para vender más»

  1. ¡Me ha encantado tu artículo!
    Lo voy a marcar en favoritos para volver a echarle un vistazo (muchos links para revisar )
    Una pregunta… ¿podrías decirme (aproximadamente) cuánto dinero tengo que ahorrar para autoeditar un libro de relatos sin saltarme ningún paso?

    Responder
  2. Infinitas gracias por un artículo como este. Tenía pensado que mi primera publicación fuese un libro de relatos cortos y microrrelatos y esta guía me ha venido genial. Gracias a ti ahora veo con claridad el camino a seguir, aunque primero tengo que escribir y corregir muchísimo.

    Me suscribo a tu blog desde ya, me encanta el contenido de tus artículos y el humor que desprenden en cada párrafo (me has hecho a carcajadas con alguna broma xD).

    Saludos.

    Responder
  3. Hola David,
    Hoy ha sido un día de esos afortunados por haberme topado con tu blog y leer tus sabias palabras que me han llegado al alma (aquí imagínate los efectos especiales de luz celestial y cantos angelicales).
    En uno de esos días de nubarrones de incertidumbre y desánimo, leerte ha sido lo mejor.
    Gracias por todos los consejos y ese toque de humor para desdramatizar.
    Apuntada a tu blog desde ya.
    Un abrazo

    Responder
  4. Hola David…o como te llames.
    Te hallé por circunstancias sincrónicas y te pregunto: Tengo en el “freezer” alrededor de 20 relatos, cuentos y afines. Es posible editar esa cantidad de textos. Gracias. Enorme Abrazo.

    Responder
  5. Hola, me ha gustado tu artículo. Por mi experiencia de principiante en diversas artes, da más satisfacción publicar un libro tope guarro y lleno de tumores que pretender ser un editor. Por mucha pasión que tengas al escribir no es del mismo tipo que la del editor. La gente se desmotiva. No creo que tus pasos, benditos sean, estén al alcance de todos y todas. De forma más realista diría que elijan 3 de los 10 puntos e intenten completarlos. Y luego, para la siguiente tirada de relatos recojan los frutos de sus fracasos y aciertos y vuelvan a este artículo. Tengo la manía de dar mi opinión, pero me ha gustado tu post 🙂 gracias por escribirlo

    Responder

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