Hay días en los que me empeño en no ser escritor. Me levanto sin anotar ningún sueño. Me meto en la ducha sin añadir una palabra al relato que apenas está iniciado. La mañana transcurre sin que un libro pase por mis manos. La tarde, sin pensar un solo segundo en los personajes que deberían atormentarme. La noche cae y mis dedos no han rozado un bolígrafo más que para anotar «falta café».
No sé si a ti te pasa. Si es así, que sepas que no estás solo. No es sencillo dar lo mejor de nosotros mismos a todas horas. Ni como pareja, ni como padres, ni como escritores. Ni siquiera como hijos, con lo fácil que nos lo ponen nuestros padres (casi siempre).
Escribir ficción sobre cómo no escribir ficción es una vieja treta de la literatura. El bloqueo del escritor da para varios ensayos, pero no es lo que pretendo con este artículo. Hoy quiero reflexionar sobre cómo no escribir. Algo, por cierto, paradójico cuando estoy escribiendo este texto.
Características de un no escritor
(Im)paciencia
El éxito debe llegar hoy mejor que mañana. Es el antagonista de la procrastinación. Ese relato corto que escribiste en un trayecto del metro debe impulsarte al estrellato y convertirte en el mejor escritor español de ficción.
Nada de leer muchísimo y escribir a diario hasta que des con tu propio estilo. ¿Para qué? La vida está para exprimirla al máximo, y el camino de la escritura no puede llevarte más de dos o tres minutos. Algún atajo habrá.

(Falta de) talento
Escribes con el pulgar del pie derecho (y no eres tan hábil como esta gente).
Tus construcciones gramaticales siguen durmiendo en la cuna.
El estilo literario no se distingue de un contenedor de estiércol.
La voz de tus narradores es un susurro afónico.
Tus historias aburren a las ovejas, a los perros y al pastor.
Enhorabuena. Tienes un (ausencia de) talento admirable.
(In)capacidad de aprendizaje
¡Yo ya lo sé todo! ¡A mí no hace falta que me lo expliques! Vas gritando afirmaciones semejantes por la calle. ¡Me río de la Universidad de la Vida! ¡Esa falta de ortografía no lo es! ¡A la mierda la RAE!
Desde luego, los méritos para ser no escritor son innegables.
Resiliencia
A estas alturas de la película, sabes definir a la perfección el término resiliencia: lugar en el que residir. En él te refugias durante semanas para absorber las malas críticas recibidas por ese amago de poema que se te ocurrió una noche oscura. Seguro que fueron injustos con tu obra.

Cómo no escribir
Longitud de las frases
Todas uniformes: no varíes su longitud con intenciones narrativas. Cada frase, con el mismo número de caracteres. Ni se te ocurra jugar con el ritmo. Eso descabalgaría tu carrera hacia la conversión en un no escritor famoso.
Clichés
Asegúrate de resolver el anagrama y masticarlos mientras repites frases hechas en cualquier texto literario al que te enfrentes.
Narrador
No lo trabajes. Da lo mismo usar un narrador en primera persona que uno en tercera. El lenguaje que emplea, que no se adecue al personaje. Que tenga lagunas pese a ser un omnisciente. Que salte de una primera persona a una segunda y viceversa a través de los párrafos.
Contar y no mostrar
Si tu personaje es tímido, cuéntalo de pe a pa, sin dejar mucho a la imaginación.
En ningún caso le introduzcas en situaciones en las que se muestre su timidez y con las que el lector deba esforzarse en interpretarlo. Corres el peligro de convertirte en un escritor.
Diálogos
Los no escritores deben escribir diálogos que no hagan avanzar la narración. Y usar acotaciones que desvíen la atención. Y que los personajes hablen de forma artificial. Muerte a la naturalidad.
Recursos para no escribir
Huye del diccionario
¡No lo abras! ¡Fuera! ¡Prohibido! No vaya a ser que des con una expresión más ajustada para esa descripción.
El corrector del WordPress
¡Desactívalo ahora mismo! El sinvergüenza del procesador de textos a veces te da pistas sobre los fallos ortográficos que estás cometiendo.
Blogs de escritores no ganadores del Premio Nobel
Hay miles. Quizás exista una confabulación de escritores y escritoras que aún no han recibido el Nobel y están creando una red de blogs para dominar la literatura mundial.
No te acerques a ellos, que podría picarte el gusanillo de la escritura.
Grupos de Facebook para escritores
Los hay a patadas. Que merezcan la pena, un puñado. El de El escritor emprendedor, por ejemplo. O el de Worldbuilding para escritores. O El Club de las escritoras. Incluso el mío, con perdón, sobre Cómo escribir relatos cortos y divertirte. Ni se te ocurra pedir el ingreso.
Grupos de Facebook para no escritores
Aquí debes meterte cuanto antes. No hace falta ni que te los cite. Si estás en la red social, te llegarán notificaciones casi a diario a través de los amigos.

Salidas para esa novela que nunca escribirás
Concursos literarios
Aquí te aconsejo que participes. Las probabilidades de acertar con el gusto del jurado y llevarte un premio, si no escribes, son cero.
Autopublicación
Anímate a guisártelo y comértelo tú mismo. Total, la corrección y la maquetación de un montón de páginas vacías no te costará demasiado (y si se lo encargas a un profesional de la maquetación como yo, tampoco).
Donde sí que me gustaría verte es diseñando la portada para tratar de vender el vacío y colarle a Amazon un archivo pdf en blanco.
En este artículo te doy consejos para autopublicarte.
Editoriales tradicionales
¿Quieres convertirte en el primer no escritor publicado y romper la estructura del espacio tiempo como hizo en su día Belén Esteban? Echa un vistazo a mi artículo 70 editoriales que aceptan manuscritos. Te ayudará.
Dónde no formarte para ser escritor
Ya sería el colmo que se pudiera estudiar para no escribir. En realidad, con encender el televisor y conectar Tele 5, lo tienes resuelto.
Si quieres seguir por el camino de no escribir, estos son los lugares a los que yo no acudiría:
Marketing online para escritores. Todo lo que necesitas para gestionar tu carrera como escritor.
Talleres Fuentetaja. Para formar presencialmente (en Madrid) ese lado escondido que quiere gritar «ESCRIBE».
Diana P. Morales. Talleres online para espabilar a tu yo escritor.
Gabriella Literaria. Formación en versión blog. Gabriella Campbell se desvive por ayudar a los escritores. A los no escritores, también les viene bien.
Afortunadamente, esos días en los que no eres escritor porque solo te da la vida para ser pareja, padre, currante o muerto viviente, también se acaban.
Es entonces cuando debes recuperar el tiempo perdido y ser ESCRITOR. Si no sabes por dónde empezar, aquí te doy 7 ideas para escribir un libro, consejos para escribir una colección relatos y te explico cuánto cuesta ser escritor.
¡Genial! Me lo he no apuntado todo. ¡Gracias!
Espero que le saques mucho partido, Celia 🙂
Muy buenos consejos!. Y además hay algunos que a pesar de ser evidentes, muchas veces los cometemos. Y era de los que se hacían sus propias portadas sin tener ni idea. En mi blog todavía podéis ver alguan de ellas (pero no lo hagáis).
Si quieres publicar en condiciones, lo mejor es que las portadas las haga un profesional 🙂
Saludos.
jajaja Muy divertido y con claves que en definitiva me vienen bien. Se va a mi pocket 🙂
¡Gracias!
Me ha encantado la idea de la red perversa de escritores que no han ganado el Nobel. Parece que lo esté viendo.xDD
Hola, Pilar.
Existe de verdad XDDD